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El Poder de la Sábila en tus Manos
17 de septiembre de 2010
La algarroba: alternativa al cacao
La algarroba, sabor dulce y un sinfín de propiedades.La algarroba es el fruto de un longevo árbol del que se han beneficiado grandes civilizaciones como la griega o la egipcia. Sus posibilidades terapéuticas son muchas, ya que no sólo se utilizan sus semillas sino también su vaina y pulpa. En nuestro país se cultivan la mayoría de estos árboles. Por Laura Kohan
Sin embargo, su consumo nacional es prácticamente inexistente y gran parte de la harina producida se destina a la exportación. Quizás esto se deba a que su imagen ha sido desprestigiada por haberse utilizado durante siglos para la alimentación animal o como sustituto alimenticio en épocas de escasez.
Aliada de la flora intestinal
Por su riqueza en mucílagos y taninos tradicionalmente la harina de algarroba ha sido utilizada para tratar las inflamaciones de las mucosas, tanto en vías respiratorias como digestivas. Su consumo habitual nos puede aportar grandes beneficios sobre nuestra flora intestinal, reduciendo ciertas bacterias nocivas. Si analizamos su composición destacan los azúcares naturales, como la fructosa, glucosa, maltosa o sacarosa, que alcanzan el 50%, así como el 11% de proteínas ricas en triptofano. Contiene más hierro y calcio que muchos productos cárnicos, además de un amplio surtido de otros minerales como el zinc, manganeso o potasio. Al no poseer ni gluten y tan sólo un 3% de grasas, es apta para celiacos y estómagos delicados.
La algarroba se consume principalmente en forma de una harina que suele ir tostada y su sabor dependerá del grado de tueste. Por su parecido con el cacao y su carácter dulce, es un ingrediente muy frecuente en postres vegetarianos. Para utilizarlo como sustituto del chocolate en una receta es conveniente recordar doblar la proporción de harina de algarroba, ya que su sabor es mucho más suave. Si queremos sorprender con un postre espectacular, podemos probar con unas trufas alternativas, mezclando harina de algarroba, azúcar de caña integral, copos de avena, aceite de oliva y un poco de agua caliente. Las rebozamos con coco rallado y las colocamos en el frigorífico. Como esta harina es soluble en líquidos y no necesita cocción, podemos emplearla para darle un punto nutritivo y goloso a cualquier batido. Pero su vocación de postre no debe llevarnos a evitar este ingrediente en preparaciones saladas. Una idea muy otoñal: unas albóndigas de tofu, boniato y algarroba.
La algarroba y los niños
Los preparados con algarroba son una saludable alternativa al cacao, ya que por su natural dulzor contiene menos azúcar, tiene hasta diez veces menos grasa que el chocolate y no posee la tan adictiva teobromina. Tampoco contiene ácido oxálico, responsable de impedir la absorción del tan necesario calcio. Es importante recurrir a la algarroba de producción biológica, sin aditivos alergénicos nada recomendables entre los niños. Además, la harina de algarroba es uno de los métodos más efectivos para tratar la diarrea infantil. Sólo hay que diluir 15 gramos de esta harina en un poco compota de manzana.